Bogotá, 9 de julio de 2022

Informes de medios internacionales, aseguran que luego de la decisión de Rusia de vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que autoriza las entregas transfronterizas de ayuda vital al noroeste de Siria, donde algunos desplazados que viven en Idlib han dependido en gran medida de estas entregas, se verán afectados por el cierre de la última ruta desde Turquía poniendo en riesgo de inanición a más de tres millones de personas.

Esta situación es preocupante puesto que la ayuda alimentaria que se recibía no era suficiente y ahora dejará de llegar por completo, siendo uno de los momentos donde se requiere mayor ayuda humanitaria por los distintos factores como la pandemia de covid-19, la guerra en Ucrania, el aumento en un 800% en el costo de los alimentos en dos años, entre otros.

Por su parte el régimen sirio ha facilitado una pequeña cantidad de ayuda “cruzada”, dentro del país, en lugar de cruzar las fronteras internacionales y Rusia propone esta acción como una solución futura, da prioridad a la soberanía del presidente Al Assad y afirma que la ayuda debe estar en manos sirias.

No obstante, las ayudas alimentarias que se venían dando a través de Damasco han alimentado a menos de 50.000 personas y por medio del cruce de Turquía se han sostenido a 1,4 millones de personas.