Considerado como el cuarto país más rico del mundo, con US$ 112.789 por habitante, según un informe elaborado en 2022 por Global Finance, consolida su riqueza gracias a una economía prospera producto de la extracción y exportación de petróleo (descubierto en 1939) y gas natural, contando con una de las mayores reservas del mundo, de acuerdo a datos publicados por el Banco Mundial.
El más destacado es el North Field, ubicado en alta mar, uno de los yacimientos de gas más grandes del mundo. Este comenzó a desarrollar sus recursos en 1990 con el fin de reducir su dependencia del petróleo, es así como el país en la primera década del Siglo XXI, el gas superó al petróleo como la mayor fuente de ingresos del gobierno y del PIB nacional.
Otro sector importante es el de manufactura y el financiero, el cual a través del Banco Central Qatarí administra los recursos estatales y emite la moneda nacional (el Riyal Qatarí), este a su vez otorga préstamos a países árabes y cuenta con la capacidad de emplear a más de la mitad de la población activa en el sector servicios.
Uno de sus actuales objetivos es diversificar la economía de Qatar, con base en el desarrollo del turismo, por lo que ha sido sede de la Copa Mundial de Fútbol 2022, no obstante, han surgido diferencias y rechazo por parte de algunas personas hacia la forma como este país impone algunas normas.
¿Qué es la tutela masculina?
Con una población musulmana mayoritaria, las mujeres están sometidas a un sistema de tutela masculina, el cual consiste en pedir permiso ya sea de su padre, esposo, hermano u otro, al momento de tomar decisiones importantes como casarse, viajar y estudiar en otro país, hasta la edad de 25 años y de igual forma para acceder a tratamientos de salud reproductiva y controles ginecológicos básicos.
Obedecer a los esposos y cumplir con las obligaciones conyugales, salvo en caso de alguna razón legítima, con base en la ley de Qatar, entre otras.
Estas discriminaciones han sido polémica a nivel mundial, no obstante, a título personal como análisis en este escrito, considero que de igual forma se presenta en otros países del mundo, dejando un amplio rastro de impunidad en cuanto a la violación de los derechos humanos en la mujer.
Otras leyes que generan polémica
Qatar en esta oportunidad del Mundial de Fútbol, habilitó ciertos puntos específicos en donde la venta y consumo de alcohol y tabaco estará permitida en momentos específicos durante los encuentros del certamen.
Sin embargo, “la venta de estas bebidas únicamente se limitará a las tres horas previas, así como durante y a la hora posterior a los enfrentamientos. Posteriormente solo se podrá consumir en los establecimientos indicados como los hoteles y restaurantes con permisos especiales para la venta”, así lo indicaron fuentes del país anfitrión a la agencia EFE.
No cumplir con estas medidas podría incurrir en multas de hasta 900 dólares.
Además, las políticas de dicho país, restringen las relaciones entre hombres llegando a ser castigadas hasta con penas de tres años de prisión, no obstante, por motivos de la Copa Mundial de Fútbol y sus visitantes, el gobierno qatarí aseguró que los miembros de la comunidad LGBTQI que viajen al país, no serán sancionados siempre y cuando acaten las normas y reglas establecidas en los espacios públicos, donde está mal visto las demostraciones públicas de afecto. Esta medida también aplica para las parejas heterosexuales.
En este propósito, las autoridades del país del Medio Oriente hacen un llamado a “respetar los valores y tradiciones como lo harían en otras partes del mundo. Qatar es una sociedad relativamente conservadora, las demostraciones públicas de afecto no forman parte de nuestra cultura”.
El vestuario podrá ser de libre elección siempre que cumpla con ciertos criterios como: no mostrar los hombros ni las rodillas, ni ropa escotada en hombres ni mujeres.
Las visitantes no estarán obligadas a cubrir su rostro y cabeza con el Hiyab, que es el tradicional velo.
Estas restricciones dieron la vuelta al mundo, unos parecen estar de acuerdo y otros no, sin embargo, siguiendo la hoja de ruta turística que está promoviendo actualmente Qatar, tendrían que mirar más allá de su amplia riqueza y contemplar estos retos culturales.
Porque cabe resaltar que, con una población de apenas 2,8 millones de personas y unas reservas inmensas, sus habitantes han logrado construir un país con arquitectura ultramoderna, centros comerciales de lujo y gastronomía de alta calidad, si bien es un país conservador, queda un interrogante, ¿podrá esta pequeña pero imponente nación atraer a públicos afines que hoy en día gusten de las restricciones y la normatividad?