Rümeysa Gelgi, es una turca de 25 años de edad, catalogada como la mujer más alta del mundo, debido a su estatura de 2,15 metros, así lo aseguró el último libro de Guinness World Records.

Sin embargo, para la turca, su estatura no ha sido solamente el motivo de reconocimiento, pues, también ha afectado su salud física, padeciendo del síndrome de Weaver.

A causa de su condición, Rümeysa pasa la mayor parte del tiempo sentada en una silla de ruedas, y durante periodos cortos de tiempo, debe caminar y moverse a través del apoyo de un caminador.

El síndrome de Weaver (SW), está caracterizado por un trastorno raro multisistémico, identificado por tallas altas y por apariencia facial típica, además de una discapacidad intelectual variable.

Esto limita la movilidad de la joven abogada, que se ve obligada a utilizar una silla de ruedas y un andador adaptado y, entre otras cosas, nunca había podido montar en un avión. Pues, la compañía Turkish Airlines hizo realidad el sueño de Gelgi, quien soñaba con subirse algún día en uno.

Teniendo presente que su estatura es inusual para el servicio normal de las aerolíneas, la empresa turca decidió eliminar 6 puestos de la cabina para instalar una camilla, lugar en donde estaría cómoda y bien atendida por los auxiliares y chef de vuelo, quienes viajaban rumbo para Estados Unidos.

Feliz con la experiencia, Rümeysa dice que repetirá. Ahora falta por ver si otra compañía se presta también a modificar su avión por ella.

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