Según un informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cerca de 28,8 millones de personas en Latinoamérica, aportarían en el presente año al 14% del desempleo en el mundo.

La desaparición de millones de micro, pequeñas y medianas empresas a nivel global afecta la recuperación laboral, sumado al lento avance económico impulsado por la pandemia, daría lugar a la informalidad, haciendo que se deterioren las condiciones de los trabajadores.

Se estima que en 2022 el número de empleados suba y se ubique en 310 millones de personas, unas tres millones más que en el año 2019, según proyecciones de la OIT.

No obstante, el crecimiento latinoamericano será más lento de lo esperado, según los expertos la previsión es del 2,8% para 2022 y del 2,6% para 2023.