Bastantes son los comentarios en torno a la educación y a las posibilidades de trabajo que hoy reciben los jóvenes y como afecta su comportamiento ante la sociedad actual; hoy frente a la crisis de orden público en el país los jóvenes se han convertido en protagonistas, en referentes de las movilizaciones que dieron inicio el 28 de abril de 2021. La juventud proclama su pugna por los derechos, los
atropellos y la ausencia de compromisos por parte del Estado que por siempre nos compete a todos y nos afecta como sociedad en los diversos aspectos socioeconómicos.

El drama social que ha vivido el país durante los últimos dos años es catastrófico, las movilizaciones y la crisis sanitaria por el Covid-19 han dejado a cientos de víctimas que reúne familias, integrantes de la fuerza pública y sobre todo, a los jóvenes pertenecientes a las diferentes ciudades y municipios de todo el país.

La copa rebosó

Cuando apenas y se estaba retomando la “aceptación” del control exigido para sobrellevar la crisis sanitaria que provocó el Covid-19, se anunció la idea de acudir a una Reforma Tributaria que recae principalmente sobre la clase media y baja del
país, incrementando los impuestos a la canasta básica familiar aún y cuando se evidencia la tasa de desempleo más alta en los últimos 25 años.

En estos tiempos de crisis se desató la reflexión y también los sentimientos más álgidos de ira, nostalgia que ya brotaban desde hace mucho tiempo y por los que impulsaron la salida de los ciudadanos a protestar, pertenecientes a los diversos sectores y en especial a los jóvenes de una generación desbordada en proactividad, talentos, actitudes, pero con un gran vacío en la perspectiva de su futuro en este país.
Según cifras del DANE, sobre el mercado laboral de la juventud desde enero a marzo del 2021, la tasa de desempleo de la población joven se instaló en un 23,9% aumentando a 3.4% en comparación de este mismo trimestre en el año pasado. La tasa de ocupación total de personas desempleadas entre los 18 y 28 años fue de un 42.0%, lo que traduce que progresivamente aumenta el desempleo en los jóvenes.
El talón de Aquiles de los jóvenes Cientos son los casos de jóvenes que comparten su preocupación al no poder ocupar un puesto durante y luego de obtener un título universitario, su salud mental los golpea, otros sin embargo se ven en la obligación de abandonar la idea
de estudiar o aplazarlo por falta de dinero para sostenerlo, el paso o la vida universitaria hoy en día como hace décadas, se ha convertido en un lujo.

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Es por esto que en las movilizaciones de protesta se eleva la presencia de jóvenes, pues la realidad es que muchos no están estudiando, menos trabajando, así que su consigna en las marchas es clara, se necesita con urgencia salir de esa pobreza, se necesitan más oportunidades, que el compromiso por parte del gobierno para mitigar esta crisis se cumpla, mientras los jóvenes continuarán plasmando pacíficamente sus aprietos con arte, otra población sin embargo se aparta y las autoridades se sienten desafiados por las intervenciones artísticas que se han evidenciado a lo largo de estas manifestaciones.