Toda una controversia ha girado en torno a la ley que pretende retrasar la edad de jubilación, liderada por el presidente Manuel Macron, la cual motivó una moción de censura que pretendía tumbar dicha reforma de las pensiones, aprobada el pasado jueves por decreto, sin voto de la Asamblea, no obstante, la ley sigue adelante, con siete de cada 10 franceses en contra y casi todo el parlamento, cuando ya se cumplen dos meses de protestas y ocho jornadas de huelga general.

Así las cosas, la controvertida ley pretende elevar la edad de jubilación de los 62 años actuales a los 64 y adelantar la exigencia de cotizar 43 años a 2027.

Esta acción del gobierno sigue alimentando el descontento de los franceses y de los partidos de izquierda y extrema derecha, los cuales han anunciado que recurrirán al Consejo Constitucional. En el primer intento la moción presentada por el grupo de la ultraderecha Marine Le Pen, no contaba con respaldo, obteniendo 94 votos.

Macron deberá actuar pronto ante un gobierno debilitado por el caos, sumado a las jornadas de protestas donde cerca de 3.5 millones de personas están en contra de estas medidas de fuerza, como descontento el país se llena de 10.000 toneladas de basura, luego de dos semanas de huelga por parte de los basureros y los sindicatos han anunciado que seguirán con las movilizaciones que se concentrarán en las zonas cercanas a la Asamblea.