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  • Espacios educativos de Bogotá libres del uso de tapabocas

Bogotá, 16 de mayo de 2022

A partir de hoy, no es obligatorio el uso del tapabocas en colegios, escuelas y universidades de la capital del país, teniendo en cuenta que la ciudad es uno de los entes territoriales que superó coberturas de vacunación del 70% con esquemas completos y 40% con dosis de refuerzo, según informó el secretario de Salud, Alejandro Gómez.

“Aunque ya no será obligatorio el uso del tapabocas en colegios y universidades, la medida no es sinónimo de prohibición, es decir, que cualquier estudiante que presente síntomas respiratorios de gripa o que se puedan relacionar con el COVID-19, deberá hacer uso responsable del tapabocas hasta que sus síntomas desaparezcan, como parte del autocuidado que ha enseñado la pandemia”, aseguró Gómez.

De igual forma se reforzarán los esquemas de vacunación de toda la comunidad educativa, de niños y jóvenes contra el Covid-19, como medida de protección.

Cabe destacar que según el último reporte de vacunación publicado por SaluData de la Secretaría de Salud, al 14 de mayo, se han aplicado más de 16 millones de vacunas en Bogotá; de las cuales, 6.597.171 corresponden a primeras dosis, 5.894.184 a esquemas completos y 2.595.225 a refuerzos en personas de 12 años y más.

El reporte de colegios distritales se han obtenido, con corte al 13 de mayo, coberturas del 67,7 % en primeras dosis y 66,8% en segundas, para población entre 3 y 11 años. Mientras que para los niños entre 12 17 años, el 77.6 % ya tiene primera dosis, 78,1 % cuenta con segunda aplicación y 1.939 ya acudieron por la dosis de refuerzo.

Y en colegios privados, el el 75 % de los niños y niñas entre 3 y 11 años ya cuentan con su primera 084 dosis y el 80,1 % con la segunda; entre los 12 y 17 años, el 77,9 % ya obtuvo la primera aplicación, el 93,1 % la segunda y 3.969 ya cuentan con su dosis de refuerzo.

En este objetivo las autoridades sanitarias recuerdan la necesidad de acudir al servicios de salud, si la niña o el niño presentan síntomas como fiebre persistente o de difícil control, decaimiento, respiración más rápida de los normal; sonidos en el pecho o perdida de apetito.