Por Ximena Martinez León
Experta en sicología sistémica

Cuando el mundo enfrenta una “ola de calor” en América Latina y una “ola de frío” en Estados Unidos, Canadá y Europa, un tema que emerge en la salud mental de las personas adultas mayores

La aparición del cambio climático con sus repercusiones, afectan la calidad de vida de los ciudadanos de 55 años en adelante. “Es importante fortalecer la los hábitos de la rutina. Desayunar, hacer actividades cognitivas y bajo un acompañamiento en casa o en un hogar gereatrico”

Desde mi experiencia profesional como experta en sicología sistémica, las personas mayores adultas mayores con demencia o sin demencia, están llamados hacer protagonistas de actividad física cada día en las mañanas y en la tarde

No es sano un aislamiento. En el caso de los hijos y nietos, es importante para las personas con demencia ver y escuchar a sus familiares. “Es un proceso de cuidado integral que bajará la ansiedad y dificultades para dormir”

El objetivo es que el día -las personas adultas mayores- necesitan actividades en soledad y también en pareja (caso de los cuidadores o enfermeras)

Es clave no descuidar otras enfermedades aparte de la demencia de este grupo poblacional. La meta es elevar su calidad de vida desde un óptica de respeto, diálogo, abrazos e incluso aplausos en cada logro de las rutinas.

Las estadísticas demuestran que de 100 personas, 28 presentan una demencia leve, al tiempo que 47 son propensas a una demencia fuerte y progresiva. “Un hecho irreversible que se cumple en diversas etapas”

La invitación a las familias -en el hoy y el mañana -a acompañar a padres y abuelos a enfriar la edad de 55 años en adelante. “De esta manera se disminuirá el impacto a nuevos estadios de emergencia sanitaria o pandemias”

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