
Un estudio publicado por Global Witness demostró que durante 2020, se registraron 227 asesinatos de líderes ambientales en todo el mundo, lo que significa 4 líderes muertos por semana, siendo México y Colombia los que presentan el mayor número de asesinatos con 65 y 30 respectivamente; en México estos crímenes aumentaron 67% respecto al año anterior.
Los expertos afirman que de igual forma se han incrementado las amenazas, arrestos, campañas de desprestigio y criminalización contra las personas que defienden el medio ambiente, los datos de la organización aseguran que la tala y la deforestación fueron los sectores con más ataques, dejando 23 muertes entre Brasil, Nicaragua, Perú y Filipinas.
Si bien el 30% de los asesinatos ocurrieron en zonas con proyectos de tala de árboles, represas, hidroeléctricas, infraestructura, minería o agroindustria a gran escala, estos altos niveles de violencia se suman a la impunidad, pues no se puede establecer un vínculo claro de ¿quién los asesina y por qué?
Para Laura Furones, activista de derechos humanos de Global Witness, “América Latina sigue siendo la región más peligrosa del mundo para los defensores del medioambiente: 3 de cada 4 ataques registrados en el 2020 sucedieron en la región y 7 de los 10 países más afectados son latinoamericanos.
Después de Colombia y México, el tercer puesto mundial lo ocupa Filipinas (29), seguido en su mayoría por países latinoamericanos: Brasil con 20 asesinatos, Honduras (17), República Democrática del Congo (15), Guatemala (13), Nicaragua (12), Perú (6), India (4), Indonesia (3), Suráfrica (2) y Tailandia (2)”.