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  • Ansiedad y depresión líderes del impacto emocional tras la Pandemia

Bogotá, 08 de junio de 2022

La Organización Mundial de la Salud, hizo un llamado a todos los países a intensificar los servicios y el apoyo a la salud mental, considerando que la pandemia por causa del Covid-19 ha desencadenado un aumento del 25% en la presencia de ansiedad y depresión a nivel global.

Si bien, cerca del 90% de los países ya habían considerado incluir la salud mental y el apoyo psicosocial en sus planes de contigencia, aún preocupa el aumento de brechas para atender esta población afectada.

Para el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, “la información que tenemos ahora sobre el impacto de COVID-19 en la salud mental del mundo es solo la punta del iceberg”, es por ello que es importante conocer los múltiples factores que están generando estas fallas en el bienestar de los seres humanos.

Factores asociados al estrés

De acuerdo a los expertos, el asilamiento social resultante de la pandemia, sumado a las limitaciones en la capacidad de las personas para trabajar, buscar el apoyo de sus seres queridos y participar en sus comunidades, es el principal causante del estrés.

Otros factores como la soledad, el miedo al contagio, el sufrimiento y ver cercana la muerte de uno mismo y de los seres queridos, el dolor después del duelo y las preocupaciones financieras también se han atribuido como realidades estresantes que conducen a la ansiedad y la depresión.

Los últimos informes del Global Burden of Disease, demostró que la pandemia ha afectado la salud mental de los jóvenes, quienes sufren un alto riesgo de presentar comportamientos suicidas y autolesivos.

Las mujeres siguen en la lista de los más afectados, incluso más que los hombres y que las personas con enfermedades preexistentes, tenían más probabilidades de desarrollar síntomas de trastorno mental.

Los retos de la atención en problemas de salud mental

Los esfuerzos por controlar los contagios de Covid-19 ha llevado a centrar los esfuerzos y los recursos en atender esta emergencia, generando grandes interrupciones en los servicios de salud mental. Durante gran parte de la pandemia, los servicios para afecciones mentales, neurológicas y por consumo de sustancias fueron los más afectados entre todos los servicios de salud esenciales informados por los Estados Miembros de la OMS, incluyendo la prevención del suicidio.

En el 2021, se había mejorado la situación pero lamentablemente en el 2022  los casos siguen en aumento, sin poder advertir una adecuada atención y apoyo a las problemáticas de salud mental preexistentes y las nuevas.

A fines de 2021, la situación había mejorado un poco, pero hoy en día demasiadas personas siguen sin poder obtener la atención y el apoyo que necesitan para las afecciones de salud mental preexistentes y las nuevas.

¿Cómo se puede mejorar el panorama de la salud mental?

Los expertos internacionales recomiendan utilizar las herramientas digitales para tener un fácil acceso a esta población afectada, donde se pueda  brindar atención adecuada en los servicios de salud esenciales.

Según la OMS, “este compromiso con la salud mental debe ir acompañado de un aumento global de la inversión. Desafortunadamente, la situación pone de relieve una escasez global crónica de recursos de salud mental que continúa en la actualidad. El Atlas de Salud Mental más reciente de la OMS mostró que en 2020, los gobiernos de todo el mundo gastaron en promedio poco más del 2% de sus presupuestos de salud en salud mental y muchos países de bajos ingresos informaron tener menos de 1 trabajador de salud mental por cada 100 000 personas”.

Es por ello, que en la Asamblea Mundial de la Salud, realizado en 2021, se destacó la implementación del Plan de Acción Integral de salud mental actualizado  a 2030, que incluye un indicador sobre la preparación para la salud mental y el apoyo psicosocial en emergencias de salud pública.