Para el Gobierno, la reactivación económica requiere construir consensos alrededor de medidas que deben tomarse para salir lo más pronto posible de la crisis general que causó la pandemia. El objetivo se resume en lograr altos niveles de estabilidad social, garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y mantener ayudas al sector productivo para que vuelva a cifras positivas en su oferta de bienes y servicios y a generar puestos de trabajo.

Quiere decir que la gestión se debe concentrar en continuar con la atención a los más vulnerables, consolidar las políticas de empleo y llegar a acuerdos con todos los sectores sociales para asumir reformas en el sistema de salud, lo tributario, lo pensional y lo laboral.
De esto, la reforma tributaria es uno de los asuntos urgentes, pues ya ocasionó un amplio movimiento de protesta con duras consecuencias para la economía, tan graves como lo sucedido con la pandemia.

Desde las instancias gubernamentales se han buscado consensos para elaborar una iniciativa que no toque a la clase media, un sector poblacional en franco deterioro por la emergencia sanitaria, que sostenga los actuales cobros del IVA y que sea moderada respecto a la inclusión de personas naturales y de pensionados.

En recientes declaraciones, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, dijo que para estabilizar las finanzas del Estado se pueden buscar caminos como la austeridad en el gasto público, la modernización de los procesos y el uso de tecnologías en la gestión pública, la reestructuración de entidades y la lucha contra la evasión.

También se ha llamado a la solidaridad para que el pago de impuestos sea responsabilidad de los sectores de mayor ingreso y se viene negociando un proyecto de pocos artículos con el que se pretende recaudar 15 billones de pesos. La idea es financiar programas como Ingreso Solidario, Matrícula Cero, incentivos a la nómina y a la contratación de jóvenes porque, según el Gobierno, lo que hoy exige la ciudadanía es empleo y más empleo.

Futuro económico

Analistas económicos sugieren que el Gobierno busque rápidamente los acuerdos del caso para avanzar en unas reformas que desde gobiernos anteriores se han venido aplazando, pero que bajo las condiciones actuales se hacen más necesarias.
Por ahora, las proyecciones de crecimiento de la economía son optimistas y desde diversas fuentes se apunta a que 2021 será, en efecto, un año de recuperación en la oferta y el empleo.

Calificadoras como Fitch calculan que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 6,3 %, la Dirección de Investigaciones Económicas de BTG Pactual lo ubica en 7 %, Fedesarrollo en 7,2 % y el Banco de la República en 6 %. Estos pronósticos al alza tienen en cuenta los bloqueos del paro nacional, cuyos efectos deben ser neutralizados por la reactivación del segundo semestre del año y por la certidumbre de un arreglo a corto y mediano plazo en el frente fiscal.
Aunque en las últimas semanas las calificadoras internacionales han bajado el grado de inversión del país, desde el Gobierno se confía en que la economía retomará su rumbo para llegar a niveles que se venían observando en los meses anteriores a la pandemia. Economistas han dicho que lo importante es fomentar el emprendimiento y fortalecer nuevamente al sector empresarial aumentando su potencial en cuanto a la generación de empleo y en la perspectiva de una diversificación que disminuya la dependencia de las materias primas tanto en la oferta interna como en la externa. En esto, también tiene una incidencia notoria el Plan Nacional de Vacunación que ahora, apoyado por las empresas, se está acelerando como otra de las garantías de una más rápida vuelta a la normalidad. Para el Presidente de la República, Iván Duque Márquez, las calificadoras de riesgo no deben tomar como referencia para las economías de los países las condiciones que se tenían en los meses antes de la pandemia porque sus efectos no han terminado. Para el mandatario hay que tener en cuenta que en 2021 regresarán las cifras de crecimiento, que en el caso colombiano estarán por encima de 6 %. La economía colombiana crecerá apoyada por el Plan de Vacunación masiva y el aumento de la inversión que también se nota ya en muchas de las áreas de interés por parte de los fondos extranjeros y locales. “Seguiremos trabajando en restablecer la estabilidad de las finanzas públicas para que la economía crezca y todo esto nos ayudará a recuperar el grado de inversión”.

Sobre la reforma tributaria, el Presidente ha dicho que es mejor hablar de inversión social porque “se quiere extender el Ingreso Solidario hasta finales de 2022, financiar de manera permanente la matrícula gratis en universidades y en instituciones técnicas y tecnológicas públicas, mantener el subsidio al primer empleo para mejorar las condiciones de los jóvenes y seguir atendiendo a las familias más vulnerables con programas de focalización específicos. ¿Cómo se financia? Ya hay un nivel de consenso con partidos y, sobre todo, hay algo que valoro, con el sector privado, con la ANDI y con el Consejo Gremial en aspectos como la deducción del ICA que puede quedar en 50 %, tener una sobretasa de renta para empresas y no tocar el bolsillo de ninguna persona natural y, algo que también es importante, los programas de austeridad, la normalización de recursos de colombianos en el exterior y algo que será muy relevante: que en el Congreso de la República sigamos fortaleciendo las herramientas contra la evasión”.

Compromisos sectoriales

En la fuerte competencia que se viene por conquistar mercados del mundo durante el periodo de la pospandemia, el Ministerio de Comercio,  Industria y Turismo tiene cerca de 100 proyectos que aspiran a preservar cerca de dos millones de empleos.
Para la ministra María Ximena Lombana, las prioridades son apoyar a los más vulnerables, campo y paz, crecimiento limpio y generación de empleo.

Se quiere impulsar a más de 850 mil mi pymes y llegar a exportaciones por 25.500 millones de dólares de productos no minero-energéticos en 2022.
También, elevar la inversión extrajera a una cifra de 9.800 millones de dólares y poner al turismo como una actividad principal en el plan de reactivación segura y sostenible.
En conjunto, el Gobierno proyecta obras de infraestructura, programas de acompañamiento al sector agropecuario, masivas ofertas de empleo para jóvenes e inversiones que permitan regresar a una economía en ascenso y en la que sea más fácil asimilar las contingencias que se producen cuando hay fenómenos de choque como la pandemia del coronavirus.